Parece sencillo, me propongo bajar a 115 kilos en 4 meses, medio kilo a la semana. Pero ……. ¿Qué es lo que va a hacer que yo siga adelante en los malos momentos, que me mantenga lejos de las tentaciones, que controle mi ansiedad? Vamos a revisar primero el histórico de motivaciones en intentos pasados, a ver que se puede aprovechar:
- Poder hacer deporte con mi hijo. Poder retarle a carreras y ganarle de cuando en vez para que se siga esforzando, y de paso que aprenda a perder. Enseñarle todos los deportes que yo aprendí de pequeño, y que tantos momentos de alegría me han proporcionado.
- Mi propia salud. El sobrepeso seguro me irá generando problemas en las articulaciones. Ya los está generando, así que imaginaros cuando pasen los años.
- Jugar a Padel y ganar en los torneos. Con los michelines sólo aspiro a pasar la primera ronda, y gracias.
¿Pero qué estoy diciendo?, si esto más se parece a metas que a motivaciones. Normal que no lo consiguiera en el pasado. Si quieres resultados diferentes no hagas lo mismo, ¿no? Vamos a por las motivaciones de verdad:
- Sentirme sano en el día a día: cuando me alimento bien (no es lo mismo comer o engullir como un pato que alimentarse) me siento con fuerzas y con ánimo de arreglar cualquier problema que se me ponga delante. Esta motivación es muy importante, porque me va a dar gasolina día a día.
- Recuperar la movilidad de una persona de mi edad. Ahora me muevo como si tuviera 20 años más, y eso me mina la moral. Si consigo recuperar mi movilidad volveré a ser yo mismo, no una versión descatalogada.
- Compartir momentos de alegría con mi hijo.
No parecen gran cosa así escritas, ¿no? Pero para mi son los bueyes todoterreno que van a tirar de mi carro, uno a corto y otro a largo plazo.
Siguiente paso, reunir un equipo a prueba de imprevistos.