Ha llegado el día. El Día de los Muertos, vaya nombre. No me gusta hacer las cosas cuando me lo mandan. Por ejemplo, me gusta disfrazarme cualquier día menos Carnaval. Pero este día se me resiste. Sin quererlo, me paso el día triste, acordándome de mi padre. Me apetece borrar del calendario este Día de los Muertos.
Desde que se marchó de este mundo no hay nada que pueda hacer para “llevar el mal trago”. Asi que este año me he propuesto enfocarlo de manera diferente. Analizando las diferentes culturas, he encontrado cuatro maneras de “celebrarlo”:
- EL práctico: contar los días festivos seguidos y planificar una escapada.
- El enfoque cristiano: ir al cementerio o a misa en familia.
- El enfoque americano: montar un fiestón por todo lo alto. ¡Qué os voy a contar que no sepáis ya de Hallowen!! Sobre todo si tenéis hijos pequeños.
- En México han sabido coger lo bueno de las dos anteriores. Recuerdan a los seres queridos con la creencia de que este día comparten lugar vivos y muertos. Esta dualidad da un carácter de celebración a un día de por sí triste. Si tenéis hijos como yo, seguro que os viene a la mente la película Coco.
Cada uno que decida cómo celebra el Día de los Muertos. Yo, como no puedo ir a México:
- Le voy a contar un par de historias sobre mi padre a mi peque. Esto me hace sentir que algo de él sigue vivo entre nosotros.
- Dejaré que mis pasos me lleven a una iglesia y charlaré un rato con él. Así lo hago el resto del año cuando le echo mucho de menos.
No sé cómo va a salir este día de muertos, pero ya tengo un plan para que sea como yo quiero. ¿Qué te parece el plan? Si quieres compartir el tuyo o necesitas uno para ti mismo, mándame un email a hola@aquiyoahora.es y lo comentamos.